Facebook, la amada/odiada red social por excelencia, está nuevamente en el ojo mediático luego de haber bloqueado las imágenes de Victoria Buckley, una joyera de Australia, quien promocionaba sus creaciones en una muñeca de porcelana llamada Ophelia, aunque con una pequeña peculiaridad: la chica posaba con todos sus atributos al aire y, lo peor, sus pezones a vista y paciencia de los cibernautas.
De acuerdo al reporte de los medios, el sitio pensó en un primer momento que las fotografías representaban un “contenido inapropiado”, por lo que Buckley comenzó a recibir muchas advertencias en su página oficial de fanáticos.
Pero luego, como publicaron en Metro, la red social reconoció su error y se disculpó con la mujer tras haber sido preso de una serie de “razones técnicas” que llevaron a bajar la imagen de la plataforma.
“Nuestros equipos de operadores revisan miles de fotos denunciadas al día y, ocasionalmente, pueden remover una que realmente no viole nuestras políticas. Eso es lo que pasó en este caso (…) y, mientras creemos que la muñeca podría beneficiarse de alguna ropa para proteger su piel, nos disculpamos por el error y animamos a Victoria Buckley a que suba las fotos de nuevo si quiere”, indicaron desde la red.
Aunque, para la joyera, no todo es tan fácil: “Me encantaría volver a postear mis imágenes originales, pero estoy preocupada de que una simple queja en el futuro sea excusa para que cierren mi página (…) el sistema de Facebook aún es opaco y parece que muy arbitrario”.
Si bien a muchos sorprendió la actitud de la red de Mark Zuckerberg, ésta no es la primera vez que Facebook censura fotografías de este tipo … ¿Recuerdas cuando bajó aquella carátula de un conocido grupo pop que mostraba el trasero de un bailarín?
Fuente: radiobiobio.cl
Si Orwell se levantara de su tumba y se encontrara con 200 millones de personas colgando sus fotos en Facebook… volvería a meterse corriendo en el sepulcro y se encerraría a cal y canto. El autor de 1984 y artífice del omnipresente Gran Hermano seguramente no entendería nada: aquello que él describió como una contrautopía, es para nosotros el pan de cada día. Vale la pena detenerse a reflexionar: ¿son las redes sociales un ojo vigilante al que nos sometemos voluntariamente?
Un caso especial es el de los Boletines Oficiales, que tienen obligación de estar publicados en Internet. Sin embargo siempre es posible utilizar el archivo robots.txt o las metaetiquetas, para evitar que los resultados aparezcan en las búsquedas. No obstante, no todos los Boletines Oficiales están aplicando esta técnica, a la espera de una instrucción que les obligue a hacerlo y aclare el modo de proceder. Para Bárbara Navarro, lo primero que hay que estudiar es que datos es necesario publicar realmente, pues en muchos casos se podrá sustituir un nombre por unas iniciales o un DNI y se aumentará la protección de la privacidad.
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